Hoy recordé ese libro lindo y chico llamado Las ciudades invisibles.
Me lo prestó hace algunos años mi sobrino Cali y me gustó tanto que quise comprarlo, pero no lo encontré.Un día, entré a una librería en Sheikin, Tel Aviv, y allí estaba y en hebreo: lo quería para regalar a un amigo.En castellano, nunca.
Se refiere a la descripción de muchas ciudades del imperio mogol ,descripción que el Gran Khan pedía a Marco Polo; conversaciones predilectas del emperador, en que sólo bastaba escuchar las maravillas relatadas para encender su espíritu y su mente.
El veneciano relataba al Khan lo que había visto por el mundo, pero, sobre todo, aquello que sólo él veía y, entonces, le refería a su señor: un verdadero laberinto de ciudades inventadas.
Su lenguaje es simple,agradable de leer y es una descripción casi arquitectónica de ciudades fantaseadas, donde se entrecruza lo mágico y lo maravilloso.
En realidad, parece ser que está relacionado con El libro de las maravillas, del verdadero Marco Polo.
Su autor, Italo Calvino, en su convicción de que el hombre puede crear mundos, pero no destruir el infierno de los vivos que está a nuestro alrededor, intentó alejar a sus lectores de la realidad implacable y acercarlos al mundo de la fantasía y la imaginación.
Mientras lo leía, me solazaba con sus páginas bellas y simples.
Poco a poco, empecé a pensar que no sólo quedaba en esas descripciones: la pintura de cada ciudad, lleva a una reflexión sobre uno mismo, a un viaje hacia la propia interioridad.
Al fin hoy,motivada por el recuerdo grato de esta lectura, terminé leyendo la opinión de Calvino sobre el libro: " creo haber escrito algo como un último poema de amor a las ciudades, cuando es cada vez más difícil vivirlas como ciudades"...
Es un lindísimo libro; tal vez quieras leerlo...tal vez te guste también.
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