domingo, 3 de abril de 2011

POR EL CANAL DE LA MANCHA

       Esta pequeña historia no es mía, pero me resultó muy graciosa y la comparto con vos.
     Cuenta Julian Barnes en "El loro de Flaubert", que a mediados del s.XIX muchos escritores franceses optaban por ir a Inglaterra buscando mejores posibilidades laborales. Un tal Villiers de l´Isle Adam, dice,  estuvo entre ellos Lo describe como "crónicamente pobre pero chifladamente práctico", por lo que planeó cruzar el Canal pero no con el fin de buscar una editorial para alguna obra, u otro trabajo -en su defecto- sino  con la idea de casarse con un rica heredera.
    Para esto, fue en París a una agencia marimonial que lo atavió muy distinguido para tal encuentro, con ricas pieles , "un repulsivo reloj despertador"y una magnífica dentadura postiza (!!!). Obviamente, pagaría estos servicios cuando consiguiera una potable heredera allá, en la tierra de Shakespeare.


    Pero Villiers - incansablemente propenso a los accidentes- no consiguió su propósito : la supuesta heredera no mordió el anzuelo y descartó al pretendiente.
   El representante de la agencia parisina lo buscó y recuperó lo recuperable de lo que dicha agencia matrimonial había invertido en el proyecto frustrado.
   Villiers, no tuvo más remedio que quedarse deambulando en Londres sin un céntimo, pero...eso si: con una magnífica dentadura postiza!!!