miércoles, 11 de mayo de 2011

LAS PALABRAS

Me maravilla la vida.
La vida que se ofrece inabarcable desde la naturaleza; la que mueve al arte: la que va plasmándose en las huellas de lo humano.
La descubro en la mirada de los niños, en la pujanza inicial adolescente o en la cuarteada piel de los ancianos.
Me estremece en la tenacidad del árbol empujando al infinito.
Reconozco la vida en mis voces más amadas, en mis imágenes del alma. En el aroma que me llega sin buscarlo o en algún sabor casi borrado de mi infancia.
Me conmueve la vida. Pero ¡¡tanto!!
La torpeza de mis manos y mi cuerpo me impiden expresarlo de otros modos.Por eso, mi modo de decir la vida, es sólo la palabra.


Palabras que me impulsan hasta el cielo, para pintar el blanco en mis Salinas o en las soñadas casitas de la lejana Santorini.
Digo con ellas la nana que me acuna mientras cruzo el azul Mediterráneo en busca del abrazo que me aviva.
Palabras húmedas, que deshacen espumas en mis pies cuando camino por la playa.
Jugosas, para nombrar:    fruto      bebida      beso      espera...
Palabras tibias, que envuelven y acarician.
Palabras como abrazos como estrellas, que iluminan el alma a la distancia. Palabras que  acompañan y consuelan mientras otros trabajan, curan, crean.
Esperanza hecha sonido en la promesa; promesa que se anuncia en balbuceo...
Hay palabras que estallan, que hieren: son palabras que se olvidan.
Algunas, escurridizas, reticentes, imposibles de atrapar, cuando lo nombrado puede doler y el alma llora.
Se hacen sonoras como el corazón que las alumbra para decir    perdón    pasión     promesa    trueno...
Maravillosas, cuando se vuelven comunión en el apasionado abrazo del amante.
Ausentes: por innecesarias o por insuficientes.
Ellas son sonidos que acompañan gestos cuando solas no pueden decir cuánto!

Yo le temo a la palabra que no es dicha; me perturba el grito o el sentimiento apenas musitado. Me cansa la palabra que se esmera en lo banal, lo vulgar, lo sinsentido.

Desearía decir, pero con la palabra justa, con la mente clara, con el alma alegre. Decir sin herir ni oscurecer ni confundir. Decir uniendo, acompañando,iluminando, rogando,preguntando...

Decir.....y callar.Para esperar la completud que tu palabra me regresa.
Decir...decir...decir...y, por  qué no :¡¡¡decir soñando!!!