viernes, 17 de junio de 2011

VUELTEANDO POR... LA SALA DE ESPERA DE LA FELICIDAD!!!

Leyendo a Punset -al que estimo siempre motivador- hoy descubro que, en nuestra insesante búsqueda de la felicidad, hay aspectos en los que nos parecemos a los animales.

(Qué tal? cuando todavía hay quienes siguen creyendo que los animales  carecen de vida emocional  y algunos científicos ya sostienen que no se puede afirmar que ellos carezcan de conciencia...)

El español refiere , por ejemplo, que el miedo, esa emoción tan básica y que nos acompaña en un "vivir sin vivir", nos conmociona tanto a animales como a humanos. Y tan importante es, que algunos definen la felicidad como la ausencia de miedo...   Parece ser que - junto a los reptiles- los mamíferos vemos obstaculizado el camino hacia la felicidad por un marcado temor de nuestro cerebro: el de variar las reglas de juego;  o el pánico por perder el control...  Que no nos resulta fácil abandonar viejos esquemas y que profundizar en lo desconocido nos produce gran rechazo...
Y en este punto cuenta una anécdota interesante:
A partir de la desmedida apetencia de algunos establecimientos avícolas de EEUU por aumentar su producción, observaron un hecho inexplicable para ellos por lo que llamaron a una consultora.
El hecho: los musculosos y aguerridos gallos (sometidos a la manipulación genética) descuartizaban a las gallinas en sus intentos de apareamiento que -obviamente- fracasaban.
 La explicación: tan fogosos estaban los gallos que olvidaban realizar la danza ritual previa al acto de seducir a las gallinas. No existiendo danza, las damas se negaban a adoptar la postura de entrega y sumisión ante este seductor intrépido e irrespetuoso de las pautas."El trágico resultado del desencuentro consistía en convertir a la sumisa gallina en una rebelde que prefiere la muerte a claudicar, y al bello galán, en asesino", causando asi la desdicha y el alejamiento de la felicidad !! Bravas las chicas ¿eh?

Y mirá otra cosa en que nos parecemos a los animales:  nos emociona más la inminencia de la comida que la propia comida!!! Parece que en el hipotálamo hay un circuito de búsqueda que acciona los resortes del placer y la felicidad,  pero sólo se activa durante la búsqueda del alimento, no durante al propio acto de comer. Qué te parece? Si el homínido hubiera sacado la conclusión que de aquí surge, sabría- según Punset-
que la expectativa de un encuentro sexual  o de un nuevo trabajo muy deseado supera con creces la felicidad del propio acontecimiento.
Y concluye: "En la búsqueda, en la expectativa, radica la mayor parte de la felicidad".
De modo que aquellos que aplican el "aquí te pillo aquí te mato" se pierden la mayor parte de la felicidad que reside en la búsqueda.
Entonces ¡claro! cómo no afirmar que:" la felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad"!!!


P/D hay también sorprendentes diferencias entre nuestro sistema emocional y el de otros mamíferos...
pero yo me quedo aqui, por hoy. Cariños!!!