domingo, 27 de febrero de 2011

DE CANGUROS Y KOALAS

     Estando en Tel Aviv, fuimos con Ismael y Amit a pasar un fin de semana a Had Nes, lugar bonito y pequeño que está al norte del país.
     El viaje - tanto de ida como de vuelta- fue todo un placer: transitamos por carreteras impecables guiados por un GPS que indicaba antes de llegar a un cruce qué direccion teníamos que tomar.Todo un lujo.
     Nos alojamos en una linda cabaña rodeada de flores, desde cuyo ventanal se distinguía allá, en el fondo, oscura, la amplia superficie del lago Kineret (que provee de agua potable a todo el país), tutelado a su vera por el monte Hermon. Por esa dirección salimos a caminar para que yo conociera el Río Jordán. Mientras bajábamos a su encuentro yo iba reconociendo añosos talas, yuyos y flores silvestres. Cuando me presentaron al río, inmediatamente pensé:" este es el famoso Jordán? donde Juan Bautista predicaba la venida de Jesús, al que también bautizó en estas aguas? no era un ancho río? no se poblaban sus orillas de seguidores e incipientes creyentes? en tan importante acontecimiento-según creo haber leído en la Historia Sagrada-no se escuchó la voz de Dios desde el alto cielo? esto fue así o es sólo producto de mi bullente imaginación infantil?
     Como fuera:un río pequeño de no más de 5 metros de ancho, de oscuras aguas algo torrentosas y bordeado de piedras que el tiempo pintó de negro orín...¡qué desilusión! (Me quedé pensando cuántos huecos más en mi vida habrá llenado mi imaginación frondosa: proyecto quimérico,realidad superadora, amores de novela...)
     En fin......
 
     Decidimos visitar el GAN GAROO: un verdadero placer!!!
     Es un pequeño zoo que alberga especies animales australianas y que- salvo excepción- están en libertad. Todo un descubrimiento conocer al koala! En su habitat reducido, este pequeño marsupial estaba encajado cómodo en la horqueta del árbol donde mora. Pulsando un pequeño equipo recibimos información interesante (yo de mi traductor personal:Mael): es una pareja traída de Australia a cambio de hacerse cargo de plantar allá en Australia 3.000 eucaliptus por c/u!!;mide hasta 60 cm; vive en los árboles y sólo come hojas de eucaliptus (un kg por dia); duerme 20 horas diarias; su gestación dura 35 días pero pasa 6 meses en el marsupio. La hembra estaba despierta y parecía un oso de peluche: orejas menudas,redondas,simpático pero poderoso hocico.
    Luego conocí los canguros que vagaban libres entre los árboles.Unos mayores,algunas crías pequeñas y mamas a veces poco pacientes: era muy gracioso ver cuando golpeaban la bolsa con las manos como zamarreando al pequeño que se movía adentro! Según la información, pasan el día comiendo, durmiendo y teniendo sexo. Envidiables!
     No podían faltar en un zoo de especies australianas, los loros, que estaban en una inmensa jaula. Pájaros pequeños cuyas plumas lucían colores de los pigmentos más puros, vivos y hermosos que se pueda imaginar!.Antes de entrar a la jaula recibimos la indicación de no darles otro alimento que el alli proporcionado: una brochette con trozos de frutas. Los loritos, acostumbrados, inmediatamente saltaban sobre los hombros,los brazos,las manos, buscando el alimento,mientras un cotorreo insesante inundaba el ambiente.
     ¡Hermosa experiencia! Los chicos disfrutaron  sobre todo de canguros y koalas.

     Un atardecer sereno nos acompañó en el regreso a Tel Aviv por la ruta impecable bordeada por un tapiz de verdor intenso y algunos bosques de pinos y eucaliptus.

     La ciudad encendía sus luces y despedía, soñolienta un bello y luminoso finde.

Un vuelo en avion

     Los viajes constituyen no sólo un movimiento físico, un ir hacia otro lado.Implican también, un movimiento interno: percepciones nuevas traen nuevas visiones que-inexorablemente- tiene su correlato emocional. Aunque la ruta sea la misma, la vivencia del viaje nunca lo es.
     Hoy me despido de Tel Aviv (quiero decir: de Ismael) con toda la carga afectiva que supone alejarme de uno de mis grandes amores. Y es sabido: por muchas que hayan sido a esta altura las despedidas, siguen siendo igualmente dolorosas. Por suerte, las despedidas son tristes porque antes hubo encuentros gozosos.
    Y, una vez más,es cierto: la vida está hecha de encuentros y despedidas.

    El viaje Tel Aviv-Madrid dura cinco horas, y saber que desde el cielo miraré con renovado disfrute el maravilloso dibujo de la costa europea sobre el Mediterráneo, me consuela un poco.
    Pero uno puede anticipar esa mirada placentera y la realidad devolverle otra distinta, particular,inesperada.Rica,también. Mis ojos no pudieron disfrutar de la postal anticipada: mis ojos y mis oídos quedaron atrapados,sobreestimulados dentro del avión:
El pasaje en este vuelo, siempre es muy especial.La mayoría son israelíes con destino a distintas ciudades de Europa. Ellos tienen una idiosincracia que como todos,obviamente, proyectan en su aspecto exterior, su lengua y algunos rasgos que los definen de un modo indubitable.
No más despegar , comienza el deambular por el pasillo del avión.Es notable, todos deambulan en insesante romería, menos yo que miro este ininterrumpido ir y venir en el que por ahi se agitan tefilines y peies,sombreros y barbas ; deambular bullicioso,además: todos conversan en voz alta,todos comentan. Y, lo que es peor, en un idioma que no conozco. Golpean mis oídos sonidos fuertes,rasgantes, acentuación marcada y en el mismo tono en que se comunican en otros ámbitos de encuentro en la ciudad:
 pitúaj   najón   tiré   humus   brajá   Jaifa   má coré?   bitajón    y cientos más!!!
Son tantos los sonidos que cirulan en el ambiente, las palabras tantas !!! Y, como en los globitos de las historietas, las voces se elevan abigarradas hacia el techo,rozando cabezas y maleteros; se apiñan y alla arriba quedan flotando ruidosas...

En el mismo idioma, las mismas palabras, pero en una voz suave y tono moderado, la pasajera de la fila anterior,  arrodillada en su asiento, conversa con  mi compañero... y ese tono y ese gesto, me reconcilian con las palabras cotidianas de mi hijo. Esto me calma.
Sólo vuelven a sus asientos-momentáneamente- al momento de servir el desayuno compuesto de: yogurt, abundante ensalada, omelet, queso picante,pan,manteca,mermelada,ensalada de frutas, cafe y una barrita de cereal!!! Todo un almuerzo.

     Cuando allá abajo,lejos, se perfila-maravillosa!- España, yo-ahíta de palabras y de voces-, cierro los ojos para imaginar a David que me está esperando en Barajas. Como decía mi madre, toda fiesta pasa tan rápido que hay que comenzar a disfrutarla desde los preparativos.
Yo, preparo mi corazón para el encuentro.


   

domingo, 20 de febrero de 2011

PASEAMOS EN SEGWAY?

No bien llegados a Granada, la primera actividad es un tour guiado en segway.
Qué es? Pues, un transportador personal de dos ruedas, eléctrico, silencioso, con un manubrio alto.
Se acciona con el movimiento del cuerpo: hacia adelante, avanza (mientras mayor es la inclinación del cuerpo, mayor la velocidad); el cuerpo hacia atrás, frena. Con la mano izquierda se gira a ambos lados y para detener,un giro inmediato de 90º frente a una pared o muro que lo pare. Suavemente, claro...

            
Lido,no? Si, para gente joven: yo nunca segregué tanta adrenalina!!!
En la prueba inicial - menos de un metro- todo bárbaro! con la sola consigna de "ustedes vayan siempre por el medio de la calle; los autos pararán al verles", Granada es mia!!! me dije.
Pero: cómo son las calles del circuito? Con el suelo de pequeños adoquines, con peralte permanente desde las márgenes al centro; sin veredas; estrechas; suben y bajan a breves trechos; en manojos...laberínticas!!!
Divinas para transitarlas como lo hicimos luego, pero no montada en este bicho extraño y, para colmo, en fila india por el medio de la calle...David, detrás mio y, aunque mi miedo fuera mayor que el suyo, con voz serena y cariñosa me daba indicaciones.  (Llegó el tiempo en que el hijo protege a la madre...? Hummmm, lo pensaré luego).  Mientras yo, parada, con los brazos tensos, casco en la cabeza, flaca, tiesa, inútil, apenas respiraba...por momentos lograba el control y me decía a mi misma:" aflojate, vas bárbaro!" pero luego el detenerme en el cruce de calles se me cortaba el aliento.
En tanto, la guía mostraba: " allá lejos, la Alhambra; aquí cerca, el Albaicín..."y los paseantes a los que hubiera querido gritarles:"¡correte si apreciás tu vida!". Yo nada miraba, si cada neurona apuntaba a la próxima curva: atrás, si bajaba; adelante en subida...hasta que una pared morisca se vino a mi encuentro y quise fundirme en su pecho pétreo!!!!   Pero no pasó nada...ni un rasguño...
Podría haber plantado bandera ahi e interrumpir tan alucinante tour, pero no abandoné: seguí  con los pies en el segway y el alma en un hilo, hasta el final!
Y así, hora y media!
Esto de sentirme pendeja...
El bueno de David cerró el episodio con un profesional y cariñoso:"...al contrario mamá: te atreviste a subir y, lo más importante, seguiste hasta el final!"

Creeme: fue fuerte! Yo ahora lo cuento para terminar de exorcizar el maléfico espíritu del segway que hasta poco después me habitaba.