domingo, 27 de febrero de 2011

Un vuelo en avion

     Los viajes constituyen no sólo un movimiento físico, un ir hacia otro lado.Implican también, un movimiento interno: percepciones nuevas traen nuevas visiones que-inexorablemente- tiene su correlato emocional. Aunque la ruta sea la misma, la vivencia del viaje nunca lo es.
     Hoy me despido de Tel Aviv (quiero decir: de Ismael) con toda la carga afectiva que supone alejarme de uno de mis grandes amores. Y es sabido: por muchas que hayan sido a esta altura las despedidas, siguen siendo igualmente dolorosas. Por suerte, las despedidas son tristes porque antes hubo encuentros gozosos.
    Y, una vez más,es cierto: la vida está hecha de encuentros y despedidas.

    El viaje Tel Aviv-Madrid dura cinco horas, y saber que desde el cielo miraré con renovado disfrute el maravilloso dibujo de la costa europea sobre el Mediterráneo, me consuela un poco.
    Pero uno puede anticipar esa mirada placentera y la realidad devolverle otra distinta, particular,inesperada.Rica,también. Mis ojos no pudieron disfrutar de la postal anticipada: mis ojos y mis oídos quedaron atrapados,sobreestimulados dentro del avión:
El pasaje en este vuelo, siempre es muy especial.La mayoría son israelíes con destino a distintas ciudades de Europa. Ellos tienen una idiosincracia que como todos,obviamente, proyectan en su aspecto exterior, su lengua y algunos rasgos que los definen de un modo indubitable.
No más despegar , comienza el deambular por el pasillo del avión.Es notable, todos deambulan en insesante romería, menos yo que miro este ininterrumpido ir y venir en el que por ahi se agitan tefilines y peies,sombreros y barbas ; deambular bullicioso,además: todos conversan en voz alta,todos comentan. Y, lo que es peor, en un idioma que no conozco. Golpean mis oídos sonidos fuertes,rasgantes, acentuación marcada y en el mismo tono en que se comunican en otros ámbitos de encuentro en la ciudad:
 pitúaj   najón   tiré   humus   brajá   Jaifa   má coré?   bitajón    y cientos más!!!
Son tantos los sonidos que cirulan en el ambiente, las palabras tantas !!! Y, como en los globitos de las historietas, las voces se elevan abigarradas hacia el techo,rozando cabezas y maleteros; se apiñan y alla arriba quedan flotando ruidosas...

En el mismo idioma, las mismas palabras, pero en una voz suave y tono moderado, la pasajera de la fila anterior,  arrodillada en su asiento, conversa con  mi compañero... y ese tono y ese gesto, me reconcilian con las palabras cotidianas de mi hijo. Esto me calma.
Sólo vuelven a sus asientos-momentáneamente- al momento de servir el desayuno compuesto de: yogurt, abundante ensalada, omelet, queso picante,pan,manteca,mermelada,ensalada de frutas, cafe y una barrita de cereal!!! Todo un almuerzo.

     Cuando allá abajo,lejos, se perfila-maravillosa!- España, yo-ahíta de palabras y de voces-, cierro los ojos para imaginar a David que me está esperando en Barajas. Como decía mi madre, toda fiesta pasa tan rápido que hay que comenzar a disfrutarla desde los preparativos.
Yo, preparo mi corazón para el encuentro.


   

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